miércoles, 13 de mayo de 2009

La Percepción Educativa en la Sociedad Peruana Actual

Hace no mucho me enfrenté a una decisión que, en teoría, moldearía mi futuro: ¿Qué haré tras culminar mis estudios escolares?



Todo indicaba que seguiría estudios universitarios, por lo que surgía otra pregunta: ¿Qué estudiar y dónde?



Fue entonces que noté ciertas cosas sobre la sociedad en la que vivo.



En primer lugar: Las ciencias exactas son más valoradas socialmente que las ciencias humanas. Permítanme explayarme un poco en este punto: Aquellos estudiantes que destacan en ciencias y números tienden a ser considerados como auténticos genios, sin importar mucho su desempeño en otras áreas, lo que no pasa con los estudiantes que destacan en humanidades, quienes son vistos como personas cultas, pero no como verdaderas luminarias.



En segundo lugar: Las carreras tradicionales son muy valoradas, destacando la Ingeniería, la Arquitectura, el Derecho y, por encima de todas las anteriores, la Medicina. Nótese que de estas la única carrera de ‘letras’ es el Derecho. Si uno se atreve a ir contra el sacrosanto orden establecido y optar por una carrera que no figure en la lista anterior, se enfrentará muy probablemente a la oposición familiar, la cual se suele escudar en el “sólo queremos lo mejor para tí”. Ahora bien, si la carrera apostata elegida es de ciencias, puede que esta genere menos oposición y una chispa de admiración en algún sector familiar. Si la carrera rebelde está “de moda”, puede ser aceptada sin tanto problema. Pero si esta carrera elegida es una ciencia humana, que no está precisamente de moda y que no forma parte de la lista inicial (dos ejemplos al azar: “Filosofía” o “Ciencias Políticas”), entonces es muy fácil hallar oposición, con argumentos que varían de la falta de mercado laboral al típico “estás desperdiciando tu talento”.



Quisiera agregar algo más. La sociedad tiene una fijación pasmosa con la Medicina. Es considerada ‘la carrera’. Quisiera aclarar que siento gran admiración por los médicos y el trabajo desinteresado que hacen, pero no considero apropiado que se motive a todo alumno destacado a perseguir esta carrera, presionándolo en situaciones. La Medicina requiere verdadera vocación, no afán lucrativo ni de estatus.



En tercer lugar: Se establecen periódicamente modas de carreras que generan una saturación del mercado laboral. Esto se da actualmente con las carreras de Administración, y las de Alta Cocina.



Y en cuarto lugar: Ante la gran oferta de centros de educación superior, son valoradas las instituciones más caras y antiguas. Yo elegí una universidad bastante prestigiosa, aunque no tan conocida como otras universidades. Si bien me agrada que se me pregunte por qué he elegido esta universidad, me fastidia muchísimo que me pregunte por qué NO elegí tal o cual otra universidad. No me referiré a nombres específicos… aún.



En suma, la sociedad tiende a valorar determinadas áreas del saber humano más que otras, lo que lleva a que se valoren más ciertas carreras. Esto, por su parte, hace que aquellos que se atrevan a ir contra este sistema, eligiendo otra carrera, se encuentren con oposición.



D.

D.

hace unos dias un pata nos escribio porque quería participar como columnista de este espacio, he aqui un extracto de su e-mail:

Es un placer para mí aceptar la invitación que formalmente me hicieron para pasar a formar parte del cuerpo editorial de este magno blog. Agradezco el voto de confianza que han depositado en mí.



Les enviaré a la brevedad posible mi gran artículo inaugural.


bueno, es asi como D. se suma a la (hasta ahora) pequeña lista de colaboradores de gentedemente

en breve publicaremos sus posts

Pedro