lunes, 12 de noviembre de 2012

Rifurma jodicial

Paseando por twitter ví una pregunta realmente interesante: ¿Cuánto debe ser el sueldo de los jueces? Tamaña pregunta que nos hace pensar al toque en la palabra "Marca Perú": CORRUPCIÓN.

Efectivamente, muchas respuestas pertenecían a ciudadanos un tanto despechados con nuestro precioso sistema jodicial (a buen entendedor, pocas palabras). Otros daban cifras interesantes, y mencionaban que tal vez así los mejores profesionales podrían postular. Soñadores? Ilusos? No lo sabemos, ni lo sabremos. Objetivamente lo son: nuestro sistema es un asco, literal. Váyanse a los juzgados civiles en el Centro de Lima (ajá, el Alzamora). El edificio es horrible, parece una funeraria de expedientes en la que los secretarios fungen de cargadores anónimos.

Metáforas aparte, la realidad es una: si queremos que realmente cambien las cosas, se necesita una reforma, para tener la reforma se necesita unas cuantas leyes, y para que no se queden en el tintero, se necesita dinero. Primer gran problema: si algún día el MEF suelta dinero para estos nobles propósitos, el apocalipsis estará muy cerca.

Por nuestro bien, sigamos con el análisis -sí, esto es un análisis-. En teoría la reforma debería conllevar: 
  • Primero, un cambio en las infraestructuras donde se imparte la justicia. Las Cortes Supremas son un palacio al lado de los Juzgados de Paz (que más parecerían hostales al paso). Quien haya trabajado tremendamente feliz en un ambiente horrible que lance la primera piedra.
  • Segundo, un aumento de sueldo. Hagamos una encuesta en las mejores facultades de derecho...¿alguien quisiera ser juez con ese sueldo? Prefieren volar a los explotadores Estudios, o a alguna empresa, para tener bien asegurados sus frejoles. Un sueldo bonito con posibilidades de aumento (según se ascienda) es tentador.
  • Tercero, un mejor proceso de selección. Mejor dicho: un proceso de selección de verdad. Se deben medir capacidad profesional y personal. Ambas de la mano. Un profesional sin valores es un patán. Un buen hombre sin conocimiento es un ignorante. El profesional con valores es una especie en extinción que debe aprovecharse. Busquémoslo, cuidémoslo y protejámoslo (y llevémoslo al PJ)
  • Cuarto, implementemos un bonito sistema de capacitación. Nadie nace sabiendo todo. Nadie es el dios del derecho. Pero los jueces merecen una formación de calidad. Y vuelvo a lo mismo: tanto en derecho, como en valores. ¿Algún día en nuestro país ocurrirá que un juez emita un fallo en el que, por las circunstancias y sus convicciones, cree derecho y se pelee con medio mundo? Si pasa esto para mí será como que Perú clasifique al mundial de fútbol. 
  • Quinto, a la par de todo lo ya mencionado, es necesario que exista un órgano de Control que se guíe por razones objetivas, y no arme persecuciones donde no sea necesario, ni deje de revisar lo evidente. Si deseamos realizar un buen trabajo no debemos dejarnos llevar por pasiones, ni presiones. 

Hay un último tema, podría ser el sexto punto de la reforma, pero por la importancia que conlleva merece ser tocado aparte. Tiene que ver con la formación que se recibe en las universidades. Hoy en día sólo hay 3, a lo mucho 4, buenas facultades de derecho. Y aún así en muchas de estas facultades se van formando muchachos que son -como diría un profesor cuyos comentarios han dado pie a este artículo- "inmunes al saber". En otras palabras: proliferan las universidades y proliferan los malos alumnos.

La ecuación es simple: malos alumnos + pseudofacultades = mercenarios del pseudoderecho. 

¿Pseudoderecho? Sí señores. Lo que muchos aprenden en estas universidades (que más parecen shopping malls especializados en dar títulos con el mínimo esfuerzo y algo de dinero) simplemente es cómo leer bonito los códigos, las leyes, y a lo mucho uno que otro tema en particular para que la sociedad los vea como "abogados especializados en...". El resultado lo vemos todos los días: gente incapaz de dar buenas soluciones y de reconocer sus derrotas. Gente así hay en todos lados, gente así conforma la plaga que trabaja en el Poder Judicial.

¿Estoy exagerando? Hace unos meses se tomó un examen para cubrir 200 vacantes para registrador público. Postularon varios miles de profesionales en el derecho...¿se cubrieron todas las plazas? Si mal no recuerdo no llegaron a las 90 vacantes cubiertas, pues todos los demás jalaron el examen. 

Que hay excepciones, las hay, pero son contadas. El buen profesional es mal visto en el PJ, y si no te logran corromper te marginan (te hacen bullying por ser bueno). Obvio, todo esto no será admitido por algún trabajador por el famosísimo espíritu de puerco, perdón, cuerpo, que hay aquí y en las bancadas, grupos políticos...

Sincerémonos señores, será el primer gran paso. Limpiemos la imagen de corrupción, ganemos credibilidad. Construyamos poco a poco los cimientos de un modelo que puede replicarse en varios países vecinos. 

Ojalá algún día se pueda dar.

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