Hoy quiero empezar con un cuento. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia:
Todo comenzó con las elecciones municipales en una ciudad capital. Los potoaudios
ya habían sido oídos por todo el país y una candidata empezó a subir en las
encuestas. Claro, el supuesto favorito ya no estaba en carrera (uno que se presentaba y decía: "marquen la L"...¿de ladrones?) y quedaban estas
dos mujeres como punteras en las preferencias limeñas. Al final de tanta lucha
la ganadora fue la tía regia, para alegría de muchos y desazón de muchos más
.
Tanta fue la desazón de este último grupo que uno de ellos casi de
inmediato empezó a salir por los canales de televisión anunciando revocatoria,
manifestando que esa no era la voluntad del pueblo y que él se encargaría de
poner las cosas en su lugar. Se le acusó de mucho a este sujeto, pero él siguió
adelante con su idea. Se le vinculó con otros personajes de la política local,
pero él siguió adelante.
El tiempo pasa y en esta historia no es la excepción. Llegó el día en
el que el organismo electoral ponía a la venta los kits de recolección de
firmas para la revocatoria (mecanismo para sacar a una autoridad -elegida por
voto popular- de su cargo) y este personaje llegó con su pandilla a comprarlos.
Se organizaron campañas en las playas, muchas otras actividades…y tiempo
después se logró recolectar la cantidad solicitada.
Lo curioso es que este sujeto, desde que apareció, siempre criticó la
ineficiencia de la alcaldesa… ¿será posible que tenga poderes psíquicos? Porque
él apareció ni bien ella juramentó, y nadie es capaz de evaluar ineficiencias
al día siguiente de ocupar un cargo. A este superpoder se le juntaron otros:
podía darle huellas digitales a los mancos, dinero a los más necesitados, e
incluso arrancaba firmas en un pestañeo sin el consentimiento de muchos. Esto
sin contar a su ya alardeada capacidad “para identificarse con el pueblo por su
apellido”. Dice no tener padrinos, pero sí amigos generosos (¿será lo mismo que
“amigos cariñosos”?). Dice que no gasta mucho, pero su capricho le costará al
erario de su ciudad un dineral.
Es un paladín de la eficiencia a quien, ojo, no le interesa la moral.
Para él el objetivo debe cumplirse sí o sí.
Y al parecer sí lo cumplirá.
La tía regia ha tenido varias patinadas, por intentar meterse con los
nudos más bravos de su ciudad terminó bien golpeada. Uno de ellos incluso fue
un escándalo que significó el epítome de la falta de respeto a la autoridad.
Tiene problemas de comunicación (si bien su antecesor era llamado “el mudo” se
manejaba un equipo de prensa digno de celebridad chollywoodense) y, justamente
por meterse con los puntos bravos se ha ganado la antipatía de sectores
populares…y también de aquellos que no le perdonan haber ganado las elecciones
(se rasgaron las vestiduras cuando ganó, y al primer error empezaron a
escudarse en ello para justificar su antipatía).
El final de esta historia aún no
está escrito. Pero hay tufillos de cómo terminará. Quisiera invitar a todos los
que lean esta historia a que reflexionen, por más que estén a favor o en contra
de la revocatoria a Susana Villarán, en esto:
A los que votarán por el SÍ: ¿Están
de acuerdo con los métodos de los principales promotores de la revocatoria? Seguro
dirán NO. Pero aquí les viene otra pregunta: ¿Si ellos no hubieran hecho todo
esto, ustedes se hubieran movido para revocarla? ¿Sí?
A los que votarán por el NO: ¿Por
qué lo hacen? ¿Han notado algún cambio sustancial en la lima antes del inicio
de su gestión y ahora? ¿Qué seguridad tienen de que la alcaldesa será eficiente?
Luego de las elecciones habrá un
post sobre estas reflexiones. Por lo pronto espero que al momento de votar
seamos conscientes de lo que queremos y esperamos…y seamos consecuentes con la
decisión que tomemos: no nos lamentemos por haberla sacado…y no nos
arrepintamos por haberla respaldado.
Por cierto, Feliz aniversario de Lima…atrasado
.
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